miércoles, 1 de noviembre de 2006

Un Fiducio

No consigo todavía una audiencia con mis superiores; simplemente me mandan a decir que el consulado en Zamboanga no va más, que con lo de Cadina casi meto al gobierno en un problema y que no quieren verme.
Analizo las posibilidades. Mis pocos caudales quedaron en un banco filipino, con el que no consigo comunicarme. Repaso la carta del Licenciado. Me cuenta que es representante en Bolivia de una compañía internacional de certificación de calidad, que tiene sede en Santiago. Telefoneo y me lo confirman. Me ofrece, inmerecidamente, encargarme del área de turismo de su empresa, “todo lo que tienes que hacer es viajar por Bolivia y les vas poniendo calificaciones a los hoteles, a las empresas de transporte, a los servicios públicos. Yo estoy en la Gerencia General y no estoy teniendo tiempo para eso, hermano. Necesito alguien de confianza y, sabiendo de tu don de gentes, creo que eres la persona indicada para el cargo”.
Repaso muchas veces la carta, sin decidirme. No dejo de pensar en los dislates de mi amigo, tan inapto para los negocios como yo, aunque, eso sí, harto más audaz. Recordé cómo se hizo socio del colla Gonzalino, sin poner un puto peso de capital. Esa historia continúa así:
Volvimos del campo ya de noche y tuve mi primer disgusto con el Licenciado. Un poco bebido, el licen zigzagueaba de una manera perfecta, lo justo para eludir sin proponérselo los tremendos baches de aquella carretera. Antes de llegar al puente sobre el Río Grande, abundó en argumentos que explicaban por qué su asociación con el colla estaba destinada a convertirlo en un hombe rico.
-Es cuestión de raza, hermano –empezó-. Gonzalino es buena persona, pero hay que ayudarlo, para eso estamos; ya te hablaré de lo que podemos hacer con él y los informáticos. Hay negocios interesantes. Hay que ayudarlo porque él solo no puede, está trabajando con dirigentes originarios que le han echado un ojo a su propiedad. Por suerte acá tenemos también gente de otra formación, personas capaces. Porque tú te fijas, por ejemplo, que en Argentina, la verdad, es que no hay gente inteligente. Son muchos; pero, dime tú, ¿hay algún argentino que se destaque?
-Bueno, está Borges, Cortázar, Sába...
-Pero esos son escritores, hermano -
interrumpió-. Yo te hablo de PENSADORES. Por ejemplo, acá tenemos al Dr. Plinio Correa, que dice cosas muy interesantes, fíjate que él aclara por qué no se puede confiar todavía en los indios...
-Mire, Licenciado. Para empezar, Plínio Correia es brasileño (vivía entonces) y no está muy acreditado como pensador; ¿acaso tiene Ud. familia y propiedad?
-No te entiendo, hermano.
-Bueno, sabrá Ud. que don Plínio creó Fiducia y para ellos es pecado mortal abrirles los ojos a los campesinos, porque pierden su ingenuidad, su pureza original, y terminan alzándose contra su patrón, quien tiene el poder de gobernarlos por mandato divino.
-Fíjate que no lo había pensado así, tan claramente –
dijo-; vaya si ese cabrón es realmente un pensador, ¿no?
-Bueno, licen; para abrazar ese ideario Ud. debe tener, a lo menos, una tradición que defender, familia y propiedad; y, según creo, su familia está en Francia y la única propiedad que hay acá es la de Gonzalino, no vi la inversión de la que Ud. hablaba...
-¿Tú que te crees? –
pareció enfurecerse-. Para que sepas, yo estoy ABRIENDO MERCADOS, para que no sólo se beneficie Gonzalino, sino todos los soyeros del Departamento, y eso me hace un revolucionario, hermano, aunque por ahora no esté trayendo inversión directa, pero eso no es lo importante; le pego un telefonazo a cualquiera de mis amigos banqueros de la Fraternidad y me prestan lo que quiera, pero eso no es lo importante, te insisto. La plata fresca ya vendrá, en su debido momento. Pero te contesto algo que no puedo dejar pasar. Acá tenemos TRADICIÓN, ¿sabes lo que es eso? Es increíble pensar que la tradición hispánica se mantiene en Cochabamba, invariable. Por eso es que hemos sobrevivido pese a la mayoría de indios, no como en Argentina que aunque casi no les queda población autóctona, tienen tanto italiano...
A estas alturas, la conversación del Licenciado zigzagueaba de un modo comparable a su manera de conducir; entraba y salía del asfalto, tocaba y dejaba los temas que le interesaban, el peronismo, Franco, la grandeza hispánica frente a los pueblos originarios y a los italianos, etc.
-Oiga licen –lo interrumpí-, ¿no le parece que no están los tiempos para sostener o siquiera decir eso? Con esas ideas... ¿cómo se mantiene, o se mantenía, en el cuerpo docente de la Universidad de Nanterre?
-Mira, hermano. Uno sólo se da cuenta de estas cosas cuando las vive. Yo no voy a ir a decir esto en Francia, porque me meten preso, o cuando menos me quedo sin empleo, aunque tampoco me interesa, por el momento, retomar actividades académicas tan mal pagadas... pero fíjate tú lo inteligentes que somos, porque esto también te toca, aunque en Chile tienen menos indios, afortunadamente... te decía que ahí tienes el ejemplo de Séneca, el Español, nacido en España sólo sesenta años después de la conquista de Hispania y, sin embargo, escribió toda su obra en latín, alcanzando de inmediato la cumbre en esa lengua; en cambio estos indios, llevamos quinientos años y todavía no hablan castellano, ya ves... te lo digo: la supremacía hispánica es lo que va a salvar a Bolivia...
-Licenciado, si la memoria no me falla, ese Séneca era hijo de un romano, nacido en Roma, valga la precisión. Es obvio que el latín lo aprendió en casa.
-Esas son tonterías, lo importante es que Séneca el Español es el primer gran escritor español, y debemos estar todos orgullosos, yo por lo menos lo estoy y siento que formo parte de ese linaje, hermano, y me da mucha pena que tú no lo sientas así, te lo digo, si no sabes de dónde vienes..., ehh... ¿cómo sigue el refrán?
-Complételo a su gusto
-dije-. Por ejemplo, “el que no sabe de dónde viene, llega igualmente a alguna parte”; pero dígame, ¿y sobre qué escribió este antepasado suyo?
-Este... hermano, no me jodas...
–dijo molesto-. Yo te estoy hablando de algo serio y me desenfocas del tema... el jodido español escribió, y en latín, y eso es lo que importa.... allá tú con tus indios, a ver si llegas a alguna parte con tus cojudeces...
No hablamos el resto del camino. El Licenciado me dejó en mi hotel y me encuentro con un mensaje de la licenciada Peredo. Me espera, dice el papelito, en un conocido karaoke del Segundo Anillo.
(Continuará).

15 comentarios:

Hernán Fco. dijo...

¿Como le vá licenciado? ¿sabe? yo uso el traspaso elctrónico de mis platas negras, una cuenta en Las Islas Caimas, con traspaso automático a su banco y ya, 0,7% sobre US$10.000 y de ahí bajando.
Suerte con sus contubernios y gracias mil por sus saludos.

Eulalia dijo...

Le dices al licen que, si hay un pueblo mestizo hasta las cachas es el que habita en la Península Ibérica, invadida por fenicios, griegos, romanos, cartagineses, suevos, vándalos, alanos, godos, visigodos, norafricanos, centroeuropeos en tiempos de Carlos I, y repoblada por más centroeuropeos durante el reinado de Carlos III.
Luego han venido a devolvernos la visita argentinos, brasileños, andinos, colombianos, caribeños y marroquíes.
Por último, contamos con un buen número de chinos, polacos, búlgaros y rumanos.
Todos ellos terminan cruzándose, en primera o segunda generación, con los que ya andaban establecidos.
Por eso somos tan guapos y tan listos.
Un beso.

Anónimo dijo...

Mi dignísimo maestro: Disculpe que lo llame de esa guisa, pero debo decirle que gracias a sus consejos me he ido llenando de buenos augurios aunque no de tantos euros como quisiera.
Le advierto que su blog está un tanto cambiado y le faltan accesorios, ojalá pueda remediar este entuerto.
No le haga caso a Solís, el tipo es un resentido y a todos culpa por su mala suerte.
Por otra parte, debo decirle que no se si apoyar su postura frente al licenciado adulón. Lo mejor sería callarse y otorgar. Otorgue querido amigo, que mientras mas otorga, má puede recibir.
Un abrazo de s.s.s.
Oliveira

Eleuterio Gálvez, el cónsul temerario dijo...

Distinguidísima Eulalia:
He tardado en responder aquesto, pues he debido consultar mapas y libros de historia, que me hicieran recordar las clases de historia del Hno. X y su fuerte acento, parece que toledano, y su gran mapa: "Graecia Belorum Persicorum Tempore".
No puedo creer que le deba al Lic. Adulón la gracia de comprender la explicación de las españolas, como aquella que cruzó su mirada con la mía en la Av. del G***mo. Ya se sabe: se olvida un rostro, pero no una mirada.
En fin, le daré al licen tu recado.
Tuyo, Eleuterio.

Eleuterio Gálvez, el cónsul temerario dijo...

Apreciado Sr. Oliveira:
Pudiérais ser un poco más específico?
No noto cambio o faltante en mi blog.
Atentamente,
Eleuterio.

Eleuterio Gálvez, el cónsul temerario dijo...

Distiguidísima Eulalia:
Quise decir en mi comentario anterior que no puedo creer que le deba al Lic. Adulón el comprender el por qué de la BELLEZA de las españolas. Sabedor de su vigilancia sobre la ortografía, y por tanto de la sintaxis y otras ciencias que en mi diccionario no figuran, hago esta declaración.
Tuyo,
Eleuterio.

Anónimo dijo...

Egregio Sr. Cónsul: Las faltas en su blog se referían al formato y a las herramientas ( links, counter,etc.), pero reaparecieron luego de un rato.
Lamento la molestia
s.s.s.
Oliveira

Eulalia dijo...

Eleuterio,
ya había sobreentendido el mensaje: te dije que los españoles también somos listos (no sé para qué nos sirve, pero es un hecho contrastado).
Cierto que algunas miradas nos quedan como tatuajes.
Si no fuera otoño sino primavera o esta misma lluvia estuviera cayendo en Santiago, te invitaría a un cafelito.
Un beso

Anónimo dijo...

Mi preclaro maestro: Le escribo sólo para preguntarle si en su paso por Santa Cruz habrá tenido noticia de la realización de la novena de la Virgen Embarazada de la cual un amigo es bastante devoto, y si posee información respecto de la parroquia en que se emplaza la imagen ya mencionada.
Agradecido por iluminarme
Oliveira

Solis dijo...

Hágase hombre Gálvez!!!!, la licenciada de marras debe esperarlo con ansias.
Sin embargo, no olvide las buenas maneras
De nada
Solís

Anónimo dijo...

Egregio Maestro: Hace unos minutos, mientras caminaba por una plaza, hallé a Solís llorando en una banqueta.Aunque no le entendí mucho creo que me aseguró que su blog se había ido al carajo a causa de algún error que cometió. No me conduelo de él luego de ver como lo trata en sus escritos. Por mi que se joda.
Atentamente
S.S.S.
Oliveira

Solis dijo...

Cónsul: Antes que le escriba el baboso de Oliveira, paso a contarle que debido a una mala manoobra del edición, mi blog se mantendrá temporalmente fuera de servicio. Se lo aviso para que no joda con eso de que me ando demorando mucho.
Solís

Eulalia dijo...

Señores,
Veo que andan enzarzados en disputas varias e ininteligibles.
No sé qué hacer, si mantenerme al margen, o rogarles que esas energías y tiempo lo utilicen para escribir sus respectivas historias.
A no ser que incluyan los comentarios como parte de las mismas.

(Espero, Eleuterio, que tanta interferencia no te distraiga de contarnos tu entrevista con la licenciada Peredo, a quien ya me invento rubia, delgada y con un aura teutona pasada por lo andino.

Un beso

Eleuterio Gálvez, el cónsul temerario dijo...

Distinguidísima Eulalia:
Cuánto querría comunicarme; pero ocurre que las obligaciones de mi editor lo traen un tanto ocupado. Ma manda a decir que mañana se dará una vueltecilla por aquí.
Tuyo,
Eleuterio.

Solis dijo...

Cónsul:
Manda decir mi editor, Huberto Donoso, que requiere una entrevista con el suyo.
Atiéndalo
Solís